Es una técnica que se utiliza para corregir diferentes características de la nariz: el perfil curvo o aguileño, la punta caída e incluso se puede afinar el dorso nasal cuando es demasiado plano o ancho (nariz de boxeador) logrando un aspecto más definido.
Otra de sus indicciones es la corrección de cicatrices o deformaciones por traumatismos o malos resultados quirúrgicos previos.
A veces es recomendable asociarlo con remodelado de otras zonas faciales como mentón o pómulos para darle un aspecto más armónico al perfil facial.
El tratamiento es ambulatorio e indoloro. Los resultados se prolongan por más de 12 meses según el material utilizado.