¿En qué consisten?
Consisten en la aplicación de diferentes sustancias químicas en forma de geles, soluciones o mascarillas con el objetivo de provocar la eliminación de las capas más superficiales de la piel para lograr la renovación de la misma.
¿Cuáles son sus objetivos-indicaciones?
En la consulta ambulatoria utilizamos peelings de acción superficial y media ya que sus indicaciones varían según el problema a tratar.
•Peelings superficiales: Atenúan las cicatrices del acné y las arrugas finas, disminuyen la apariencia de los poros. Hacen más uniforme el tono de la piel dándole luminosidad y un aspecto saludable.
Al regular la secreción sebácea, permiten controlar procesos de foliculitis y acné.
Son una excelente ayuda para posteriores tratamientos médico-estéticos, ya que preparan la piel para responder mucho mejor a cualquier técnica.
Estos peelings se realizan con ácido glicólico, ácido salicílico, ácido mandélico, ácido kójico, ácido tricloroacético, fenol etc… tanto solos como en diferentes combinaciones.
•Peelings medios: Indicados para el tratamiento del fotoenvejecimiento con arrugas finas-medias y las hiperpigmentaciones de la piel, ya sean producidas por el sol, cambios hormonales o el propio envejecimiento.
Pueden utilizarse como complemento o tratamiento previo a otras técnicas incluido el lifting quirúrgico.
Se suelen emplear en forma de mascarillas que combinan varias sustancias activas.
Estos peelings provocan una descamación más llamativa de la piel que suele durar de 3 a 8 días, así se consigue una renovación cutánea global con la desaparición o disminución de la apariencia de manchas y arrugas aportando un mejor aspecto a la piel.
Protocolo de tratamiento
Dependiendo del grado de agresividad del peeling empleado se pueden realizar de 1 a varias sesiones más o menos espaciadas en el tiempo. Siempre es necesario realizar un adecuado tratamiento cosmético domiciliario antes, durante y después de los peelings y es imprescindible el uso de fotoprotección solar.